HELLBOY (2004)

Titulo original: HellboyUSA, 2004
Dir: Guillermo del Toro
Produc:
Prod: Lawrence Gordon, Lloyd Levin y Mike Richardson
Guión: Guillermo del Toro
Música: Marco Beltrami
Dur: 122 min.

ACEPTADOS
Ron Perlman.... Hellboy
Doug Jones.... Abe Sapien
David Hyde Pierce.... Abe Sapien (voz versión original)
Selma Blair.... Liz Sherman
John Hurt.... Trevor 'Broom' Bruttenholm
Rupert Evans.... John Myers
Karel Roden.... Grigori Rasputin
Biddy Hodson.... Ilsa
Jeffrey Tambor.... Dr. Tom Manning
Kevin Trainor.... Young 'Broom'
Brian Steele.... Sammael
Ladislav Beran.... Kroenen
Brian Caspe.... Agent Lime
James Babson.... Agent Moss
Corey Johnson.... Agent Clay
Santiago Segura.... Train Driver
Mike Mignola.... Knight (no acreditado)

O las crónicas fantásticas de este demonio alzado desde los infiernos de piel roja pero de latente pío corazón, de este rey del averno sin corona que eligió el camino de la humanidad descornándose voluntariamente en un acto que paradójicamente implica fidelidad; personaje sensible y animal, bestia y bello en un mismo ser. Un ser muy ecléctico en su apariencia que guarda reminiscencias de otros protagonistas de cómic: esa barba desmesurada y afilada así como su gusto por los ahumados puros es una de las reconocidas características del mutante y X-men Lobezno, su principal y más visible referencia. Pero hay más... ese puño de roca es del mismo material que el cuerpo de La Cosa, de los 4 Fantásticos, (que por cierto, también es un consumado fumador de puros) del que además comparte la dualidad de su personalidad: duro por fuera y tierno por dentro, sin duda una de las bazas del film. Pero no se vayan todavía, aún hay más. El origen del héroe tiene que ver con las investigaciones paranormales de los nazis en la 2ª gran guerra, en parte punto común de partida de Calavera Roja, el archienemigo del Capitán América, el cual comparte además ese color bermellón llama de nuestro titánico protagonista. Y ni que decir tiene que el amor por los felinos ya lo tenía Catwoman tiempo atrás, como también los proyectiles de la pistola de nuestro héroe recuerdan a las balas de plata de Blade (ambos hijos cinematográficos de ese mexicano putativo llamado Guillermo del Toro). Lo único que se escapa es la procedencia de esa coleta sin duda de origen asiático. Pero eso es otra historia... Por lo tanto, podría decirse que de antemano nos encontramos frente a un Frankenstein engendrado a partir del despiece de otros héroes (o villanos) de sobras conocidos y reconocibles. Pero no es así, o por lo menos no del todo, porque la fuerza del amor, este rojo sentimiento (otra vez este color), es la que mantiene la flama de la historia, ya sea el de un padre por su hijo o el curioso, perfecto y predestinado ardor entre un demonio ignífugo y una chica pirokinética, esto es, capaz de generar el fuego, otra vez este color, rojo fuego. Y todo esto, entintado de un aire gótico cargado de noche y oscuridad plagado de estelares efectos especiales en una historia donde caben demonios resurrectores, anfibios semihumanos, mujeres inmortales, el brujo y nigromante más grande que jamás dio la roja madre Rusia, este atípico héroe y un guión ágil y divertido, que pese a cumplir de sobras el objetivo de entretener como el de las 24 páginas de los comic-book no pasa de ser un refrescante alivio a la algo enmohecida galería de las últimas películas de superhéroes. Y es que Hellboy no pretende salvar al mundo, tiene bastante con saber quién es y salvaguardarse de sí mismo, escaparse de su particular infierno y del que puede llegar a entreabrir. Cierto es que este no es el caso de una de esas bombas de humo publicitarias, pero tampoco lo es de una deflagración masiva; es una de esas películas que contiene esa chispa vivificante y purificadora, pero que no es del todo la chispa adecuada. O por lo menos, de momento.

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